Desde que decidí ser madre no dejaba de fantasear con diferentes ideas, unas más locas que otras, para lo que serían mis fotos prenatales... Durante los primeros tres meses no salía sin llevar mi respectiva bolsita plástica para vomitar donde fuese y con dignidad, luego de terminar con esas terribles semanas en las que estás "volteada", sí... VOLTEADA; volteada en el lavamanos, en el inodoro, en algún rincón vomitando, entré en los más placenteros meses del embarazo, le di la bienvenida al segundo trimestre... Pero hey!! Aún cuando mi peso aumentaba sin parar mi pancita era pequeña y siempre, con la ambición de tener una "panzota" para las fotos decidía postergar el momento del "shoot fotográfico"... Y así fue como las semanas pasaron, pasaaaaaaaron y pasaron, entre comelonas, trabajo, compras, aumento de peso, hormonas locas, visitas familiares, de amigos, más hormonas locas y muchos kilos maternales encima... Alberto Hernández, una de las personas ...