Segunda vez que te escribo, estimada mía. Han sido tan repetidas las veces que hemos conversado, en mi mente, nos decimos tanto… Como ahora, que te he dicho; -ha sido él quien me presentó tu casa, tus jardines, tus paredes, tu cocina, tus libros, bocetos, cuadros, tu estante, tus muebles, tu espacio, cama, sábanas, pinturas, pinceles y corsés, silla y vestidos, jardines, pirámide y hojas… -. Esas hojas que junto a Diego, te acompañaron. Hasta a Gringolandia me ha presentado, no tuve tu misma vista, aunque sí el feto que ambas conocimos. Te entiendo! Me pregunto, qué pensarás de la Monroe? Mi corazón late tan fuerte, de cruzadas piernas me tiene. Al menos no es de rodillas, aunque de vez en cuando hincarse, mal no viene. Muchas veces estar rodilla en tierra obedece a respeto, un respeto que ofrenda satisfacción. ¿Cuántas mujeres le habrás conocido a Diego? ¿Cuántos hombres tuviste mientras afianzabas, más y más, tu amor Rivera? ¿Cuánto quisist...
![Adelina Menéndez](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiDyxCjtCOxmJeMYCg_AIb_PwW1WolAMSDbzTI15Kctjqdyc8LC3kST0Jy0vEWsdu7u2eL0zoVAlgweLJM7B0w8415ltrRRVgkpLxPWygh6kLBx3nns6ySH38U9Xm8_aN7pvcbkFk65p5-/s1600/00000.jpg)
¿Te ha pasado que de pronto sientes que te vienes? Te vienes para estar como quieres. Vienes y sientes temor por el desastre que no es. Vienes a visitar lugares comunes, recuerdos. Te vienes encima, a carcajadas y uno que otro dolor. También me vengo, me derramo en letras. Voy y vengo entre cartas, a veces me pierdo y ella me rescata, me pregunta si disfruto el viaje. ¿Te pasa?