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Triángulo: 1




"Te quiero. Quiero desnudarte, vulgarizarte un poco. Ah, no sé lo que digo. Estoy un poco ebrio porque no estás aquí conmigo. Me gustaría batir palmas y "voilá". Quiero poseerte, utilizarte. Quiero joderte, quiero enseñarte cosas. No, no te aprecio. ¡Que Dios me perdone! Tal vez quiero incluso humillarte un poco." 

Imagina que abres tu bandeja de entrada y te encuentras con algo así, no un "like" sino esto; unas cuántas palabras que pretenden resumir TODO.

Esas palabras de arriba no son mías pero las comparto, son de Anais Nin; Henry Miller se las regaló en una de sus tantas cartas en esa retorcida/hambrienta/real correspondencia que por años mantuvieron.

¿A qué viene esto de hablar de un romance de hace ochenta años?

A que tú lo necesitas más que yo, necesitas saber más allá del chisme, más que Anais fue amante de él y de su esposa, más que imaginar ángulos para este triángulo amoroso deberías leer más, saber que lo que ocurre en el presente que es nada romántico -excepto la sangre- es otro punto paralelo en la espiral. 

Releo los disparates y me pregunto ¿cómo podría vulgarizarse hoy que todo es tan como es? 

En las redes he visto todo, lo que es, lo que no, lo que quisiera, lo que se inventa/aspira/proyecta, he visto tanto que he querido dejar de ver, ahora sólo escribo. Escribo como histérica, como sedienta, escribo con furia y con pasión. Aunque no soy Anaís, ni salgo con Miller y menos con su mujer, me estremezco como ella al leerle.

Lee mientras puedas, escribe siempre.
   




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