"Una libertad que es la negación de todo" esta oración que no es plegaria sino sublevación la he leído en una crítica que hacen en Hemeroteca.ABC.Es sobre la manera de escribir del Conde de Lautréamont ¿Por qué menciono a este Conde que no es Er Guácharo? Porque estaba preguntándome por qué El Lado Oscuro del Corazón es mi película favorita y en ese viaje introspectivo/virtual me encontré reflexionando sobre la fascinación que siento por la poesía maldita.
En este momento soy una azafata que les comunica que si desean emprender este vuelo, aún están a tiempo de bajarse si no están dispuestos a sufrir las consecuencias por las inevitables y abstractas conexiones del fantástico imaginario humano.
Si están en esta parte es porque decidieron quedarse. Continúo, El Lado Oscuro del Corazón tiene a Benedetti como guionista -Benedetti Uruguayo, como el Conde Lautréamont- a Oliverio como protagonista, a Oliverio que busca desesperadamente a esa que vuele al amar, su musa, él cual poeta maldito se pasea de lo mundano a lo etéreo, tan veloz que parece estar en nada por haber destruido todo con el descaro de la libertad follando con el libertinaje en algún neoyorkino hotel, hasta sentirse seco y con ganas de seguir exprimiendo la vida, el alma.
Y ya que el DarkSide me llevó a saludar a Poe y Rimbaud, de lejos vi a Mallarmé y a Baudelaire, pero me detuve en Rimbaud -no me culpen, si le conocieran también lo hubiesen hecho- y al releer por no sé qué vez su poema El Baile de los Ahorcados hice un paralelismo surreal, descarado por comprobar la atemporalidad en la misma línea del tiempo, vino a mi mente la danza de los esqueletos de Desorden Público y mi cabeza hizo ¡Boom!
Poetas malditos somos todos aquellos que no tememos a la libertad de expresión, por eso lo que comenzó como un libro sobre seis poetas se ha convertido en un irreductible manifiesto socio-cultural en el que no tener miedo y comprender obedece a ser un hombre bueno que no le teme a la noche oscura, la baila, la disfruta, la hace suya y se va con el sol luego de estar con la musa. Por esto sé ahora que mi película favorita lo es porque amo a los poetas malditos, amo a Benedetti que en un bar recita versos en Alemán a las putas mientras la puta que vuela le termina Táctica y Estrategia a un Oliverio que ahora no sabe si sólo cogerla o también amarla para luego irse con el sol y el tiempo, mientras la muerte le espera y ve como ella va de la mano con su amor.
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