Pasa que te cansas de los ciclos que te llevan a la sombra. Inmersa en una realidad típica de TV Azteca estuviste, y aún cuando la actuación te apasiona no quieres de tu vida una telenovela. Quieres un libro. ¿Cómo no creer que te enamoraste alguna vez? No puede culpársete por dejarte deslumbrar ante inteligencia, carisma y razones construidas con paisajes que soñaste, cierta intermitencia y otras cosas que siquiera imaginaste poder conocer en esta vida. Te fue presentado un milímetro de mundo que te hizo cautiva algún tiempo. Ya han pasado años y sigues enamorada, pero ahora de un ser genuino uno que te enseña día a día la a-temporalidad del más hermoso sentimiento, un amor que ha dejado a tu sexo sin la necesidad de la fricción para reemplazarle por la majestuosidad de abrazar al ser que hoy te dice: "Madre mía, te amo. Hice este dibujo para ti".
![Adelina Menéndez](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiDyxCjtCOxmJeMYCg_AIb_PwW1WolAMSDbzTI15Kctjqdyc8LC3kST0Jy0vEWsdu7u2eL0zoVAlgweLJM7B0w8415ltrRRVgkpLxPWygh6kLBx3nns6ySH38U9Xm8_aN7pvcbkFk65p5-/s1600/00000.jpg)
¿Te ha pasado que de pronto sientes que te vienes? Te vienes para estar como quieres. Vienes y sientes temor por el desastre que no es. Vienes a visitar lugares comunes, recuerdos. Te vienes encima, a carcajadas y uno que otro dolor. También me vengo, me derramo en letras. Voy y vengo entre cartas, a veces me pierdo y ella me rescata, me pregunta si disfruto el viaje. ¿Te pasa?