Secuestrada y obligada a dar un show, de ello depende su vida y aún no lo sabe, al verse en tarima sólo tiene un título al que logra ascender valiéndose de múltiples piruetas emocionales, movimientos cadenciosos y un tanto de humor para preservar la integridad a cambio de su intimidad. El desempeño en el escenario lo maneja un voyeur que ha memorizado radiográficamente cada aspecto de su vida, cada necesidad, su dolor. Él se vale de medios audiovisuales para fracturar la piel expuesta, el humo recurrente y el suicidio de esta mujer que no teme asumir su realidad y mostrarla... Desnuda, altiva, erguida y terriblemente expuesta -demasiado- algunas veces. Se para frente a todos y les grita lo bárbaros que son, les dice que se vayan a la mierda, pero ninguno reacciona, todos están danzando la mirada al ritmo del contoneo de sus caderas que no es más que una distracción -como casi todos los artificios femeninos- para no evidenciar el miedo. Ella...
![Adelina Menéndez](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiDyxCjtCOxmJeMYCg_AIb_PwW1WolAMSDbzTI15Kctjqdyc8LC3kST0Jy0vEWsdu7u2eL0zoVAlgweLJM7B0w8415ltrRRVgkpLxPWygh6kLBx3nns6ySH38U9Xm8_aN7pvcbkFk65p5-/s1600/00000.jpg)
¿Te ha pasado que de pronto sientes que te vienes? Te vienes para estar como quieres. Vienes y sientes temor por el desastre que no es. Vienes a visitar lugares comunes, recuerdos. Te vienes encima, a carcajadas y uno que otro dolor. También me vengo, me derramo en letras. Voy y vengo entre cartas, a veces me pierdo y ella me rescata, me pregunta si disfruto el viaje. ¿Te pasa?